Cuaderno de cantares:

El juego

 

 

 

A tu padre le llaman
el rey de copas,
a tu madre, el caballo,
y a ti la sota.
  Anduvístete alabando
en una conversación
que jugabas a los naipes
dentro de mi corazón.
  Ay de mí, que la perdí,
ay, que la traigo perdida,
jugué con un jugador,
tengo perdida la vida.

 

 

Dentro de mi pecho tengo
una mesa de cristal
donde pelean al naipe
mi amor y tu falsedad.
  El cura de mi pueblo
y el de La Mota
jugaron los calzones
a la pelota.
  El pajarito en las flores
ya cantaba y ya decía:
en el juego del amor
no se gastan fantasías.

 

 

En el campo verde,
ramito de flor,
n'el tiro de barra
no he visto a mi amor.
  En la iglesia hay una puerta
que lleva pintado al óleo
el Niño Dios a las cartas
jugando con San Antonio.
  Ésta es la plaza mayor,
donde se ronda a las mozas,
donde se juega a los bolos,
donde se baila la jota.

 

 

Estuve queriendo a un hombre
un punto menos que a Dios,
jugué una mala partida,
lo juro, no me hará dos.
  La baraja de los naipes,
señores, voy a explicar
para que de Dios se acuerden
cuando vayan a jugar.
  La juventud de Robledo
en todo lleva la gala,
en cortejar y bailar
y en el juego de la barra.

 

 

Los mocitos de esta boda
todos son unos gallinas,
en vez de salir al baile
juegan a las cuatro esquinas.
  Los pajaritos del cielo
cantando mecen la cuna
y el Niño recién nacido
jugando está con sus plumas.
  ¿Pa qué le tiraste al cuatro
si se te cocha la bola?
Mocito de la fachenda,
para mí no me acomoda.

 

 

Por el río Torío
bajaba una gabarra
con cuatro jugadores
de las Ventas de Nava.
  Rosina de los rosales,
dime por qué no te casas,
si tu padre quiere un rey,
cuatro tiene la baraja.
  Salgan, mozos, a bailar,
salgan, mozos, de la barra,
que bailan las mozas solas
y nadie las acompaña.

 

 

Si tu madre quiere un rey
la baraja tiene cuatro:
rey de oros, rey de copas,
rey de espadas, rey de bastos.
  Tiraste, majo, la barra
por encima de la torre,
tirástela bien tirada,
es hija de padres nobles.
  Voy pa Llanes, voy pa Llanes,
que han hecho bolera nueva;
no voy por jugar los bolos,
voy por ver la mi morena.

 

 

Ya puedes tirar la barra
por encima de la iglesia,
que ya la llevas por tuya,
caballero, la princesa.
  Ya puedes tirar la barra
por encima del sombrero,
que aunque pierdas la tirada,
tuya es la flor, caballero.
  Ya puedes tirar la barra
por encima del sombrero,
que buena muchacha llevas,
para pueblo forastero.

 

 

La ventana

                                     

El aire