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La Braña

Cantares y vivencias II

 

            

 


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Capítulo de introducción: Más coplas y cantares

Señor cura, señor cura,
la doctrina no la sé.
Pídame usted unas coplas,
que yo se las cantaré.


En este segundo libro de Cantares y vivencias queremos ceñimos fielmente a la idea —que ya inspiró el primero— de vincular las coplas que aparecen en las canciones tradicionales de las tierras leonesas con la vida y costumbres de sus habitantes. Por motivos de espacio, en el primer trabajo tuvimos que afrontar la dolorosa tarea de seleccionar contenidos, y ahora, aprovechando la oportunidad que nuevamente nos ofrecen
Los Cuadernos de Plata CamparredOnda, podemos ya incluir la adaptación literaria de todos los guiones radiofónicos emitidos dentro del espacio «Hoy por hoy León» que inspiraron esta obra, así como otros temas que estaban in mente pero por algún motivo no llegaron a las ondas, completando así otra cincuentena de capítulos. La preciosa edición del primer tomo, que dirigió Gregorio Fernández Castañón, y la cordial acogida de los lectores han sido poderosos estímulos para animarnos a completar esta tarea tan placentera y gratificante.
Para los que no hayan leído la anterior publicación, resumiremos diciendo que en León denominamos coplas o cantares a las estrofas, generalmente de cuatro versos y rima asonante, con las cuales se construyen nuestras canciones tradicionales, y que de alguna forma reflejan las costumbres y sentimientos de nuestros pueblos, constituyendo un verdadero tesoro que merece la pena conocer y disfrutar.

De las piedras nace el agua,

de los árboles, el viento;

de mi pecho nacen coplas,

del corazón, sentimientos.

Los cantares tradicionales eran muy apreciados dentro del mundo de los mozos y mozas, y se iban aprendiendo de unos a otros a base de escucharlos y repetirlos muchas veces. Las mozas, por ejemplo, eran verdaderas enciclopedias de cantares cuando se trataba de hacer los bailes de pandereta, pero los mozos tampoco se quedaban atrás, ya que eran protagonistas de los cantares de ronda. En ambos casos, había que mantener muy viva la memoria y el ingenio para poder salir airosos, y desde luego, repertorio de coplas no es lo que falta en el mundo de la cultura oral tradicional, siendo a veces tantas las que se tienen en la cabeza que resulta difícil elegir sobre la marcha la más adecuada para cada ocasión.

Mira si sabré yo coplas,

que tengo siete costales;
cuando me pongo a cantar

tiro de la cuerda y salen.


Dispuesto para cantar,

va el cuerpo lleno de coplas;

a la hora de salir

se estorban unas a otras.


Con un repertorio amplio y bien aprendido y teniendo el temple y buen sentido para administrarlo, no existía el peligro de empezar un cantar y quedarse en blanco. Pero no todos los cantores eran tan habilidosos, de forma que si alguno se atascaba en su interpretación, ya había motivo para un buen rato de risas y burlas entre la mocedad:


Cantares que no sepas,

no los empieces,

que te quedas nadando

como los peces.


Las coplas, formando parte de las canciones tradicionales, brotaban copiosamente en el entorno de los bailes y rondas, en los juegos infantiles, en el trabajo, en las fiestas civiles y religiosas y otras muchas ocasiones. También podían emitirse incluso en plena soledad, por pura expansión del espíritu.


Los cantares que yo canto

no se los dedico a nadie,
los canto por divertirme

y porque los lleve el aire.


Sin embargo, los cantares solían constituir un mensaje o sentencia para general y público conocimiento, o ir dirigidos a algún destinatario preciso y concreto, aunque generalmente sin citar nombres propios.


Los cantares que yo canto

van derechitos a ti;
recógelos con cariño,

que te van a divertir.


Cantares más bonitos

yo los cantara,
si mi amante del alma

los escuchara.


El mensaje podía fallar cuando el receptor no era capaz de percibir las ironías o indirectas contenidas en algunas coplas, y entonces, si la inspiración del cantor estaba fresca, podía insistir con otra copla mucho más tajante:


La gracia de esta copla

no la has cogido.
Ven conmigo a la era,

que te la explico.


De todos modos, cuando en el baile público se echaban al aire los cantares, no convenía darse por aludido ni ofenderse, pues su intención predominante no era faltar al respeto a nadie, sino la alegría y diversión de todos.


De cantares y coplas

nadie se pique,
porque no sabe nadie

por quién se dice.


Resulta innegable la relación de las coplas con el amor y los sentimientos vinculados a él, de forma que, si el amor fuese pecado, todos los cantares serían pecaminosos.


No sé qué cantares cante

para no ofender a Dios,

porque todos los cantares

tienen palabras de amor.


Por esta razón, las coplas y cantares tradicionales han sido profusamente utilizados en nuestros pueblos como herramientas de cortejo y seducción, función que hoy día puede parecernos ingenua porque disponemos de otras formas para hacerlo, pero cuya importancia se pone de manifiesto en las propias coplas, cuando dicen:


Si supiera que a cantares
te había de camelar,
te cantara más cantares
que arenas tiene la mar.


Si supiera que cantando
iba a llevarte a la era,
de cantares cantaría
los que hay en España entera.

 


 
  

León, abril de 2022.


 


 

 

 

                    

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor de los textos y selección de las coplas: Jesús San José Hernández (Sanjo)

Edición: Asociación Cultural "La Armonía de las Letras"

Colección: Los Cuadernos de Plata "CamparredOnda"
Diseño, coordinación editorial y prólogo: Gregorio Fernández Castañón
Ilustraciones: Colecciones particulares de Gregorio F. Castañón y Jesús San José

Adaptación, arreglos e interpretación de las canciones del disco: "La Braña"

Autorización para la edición discográfica: Álvaro y Miguel Macías (DCL)

Depósito Legal: LE-8-2022

I.S.B.N.:: 978-84-09-36778-8


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ÍNDICE

 

Prólogo

Más coplas y cantares

Cantares y vivencias II

Meses y estaciones del año

Las lavanderas

Los juegos infantiles

Los colores

Las calabazas

Los borrachos

Las caballerías

A ritmo de jota

Los zapatos

Las brañas

La soledad

Los mineros

Los santos

La prisión

Las horas del día

La lucha leonesa

El nombre de María

Las frutas

La cama

El olvido

Los romances

El padre

El peinado

El culo

La muerte

Oficios diversos

La locura

Las tabernas

La risa

Amores forasteros

La semana

Piropos y alabanzas

El mar

El sombrero

Las piedras

Los pueblos

El llanto

Los números

Los besos

El baile de los titos

El mandil

Las plantas

Temas navideños

La Virgen y San José

Pastores en la Navidad

El Ramo de Navidad

Animales en la Navidad

Instrumentos en los villancicos

Los Reyes Magos

Los regalos navideños

Despedida

León

Autores y apéndice discográfico

Ilustraciones

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 

 

 APÉNDICE DISCOGRÁFICO
Con la autorización de:
Álvaro y Miguel Macías (Compañía Discográfica DCL)
Grupo “La Braña”



01 BAILE DEL PAÍS (LA BRAÑA)
(del disco “La Braña: Canción tradicional leonesa, vol. 6”)

02 LEONOR
(del disco “La Braña: Canción tradicional leonesa, vol. 3”)

03 CANCIÓN DE CORRO (MI PAPÁ TIENE UN PERAL)
(
del disco “La Braña: Canción tradicional leonesa, vol. 4”)

04 A TU MANDIL (JOTA DE SAN ROQUE)
(del disco “La Braña: Vamos a cantar”)

05 TITOS DE VILLAQUILAMBRE
(del disco “La Braña: Canción tradicional leonesa, vol. 3”)

06 MOCITO QUE VAS DE RONDA
(del disco “La Braña: Canción tradicional leonesa, vol. 5”)

07 QUE VENGO DE LAVAR
(del disco “La Braña: Enséñame cantares”)

08 ROMANCE DE LA LOBA PARDA
(del disco “La Braña: Ecos de la trashumancia”)

09 CON SENCILLOS  PRESENTES
(del disco “La Braña: Villancicos tradicionales”)

10 RAMO DE NAVIDAD
(del disco “La Braña: Villancicos tradicionales”)