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CUARENTA AÑOS DE MÚSICA
LAS VIVENCIAS DE UN COPLERO
Jesús San José recopila su experiencia con La Braña en "Cantares y
vivencias", donde reúne medio
centenar
millar de coplillas que forman
parte de un legado popular que la tradición oral ha preservado durante
siglos. Un libro por el que desfilan suegras, curas o taberneros y no
siempre bien parados.
La casa del señor cura no tiene más que una cama; si en la cama duerme el
cura, ¿dónde coños duerme el ama? Así reza una célebre copla. Jesús San
José "Sanjo", uno de los integrantes del veterano grupo de música
tradicional La Braña, afirma que "todo está en las coplas".
El
cuarteto
quinteto, que este año celebra cuarenta años en activo, con los
integrantes originales, pensó que era el momento de hacer balance en un
libro. El coronavirus alteró sus planes. El grueso volumen con todo
el cancionero y la discografía de La Braña saldrá en unos días, pero antes
se ha adelantado "Cantares y vivencias", publicado en los Cuadernos de
Plata que edita con esmero amanuense Gregorio Fernández Castañón.
El texto surge de la aventura radiofónica de La Braña en el programa "Hoy
por hoy", dedicado a las coplas tradicionales y su relación con la vida de
los pueblos. Los guiones de tres temporadas conforman este libro "que yo
firmo en nombre del grupo", dice Sanjo.
Desde
sus inicios, el grupo leonés ha ejercido como recopilador de un legado
que, en opinión de Sanjo, no está en peligro de extinción, porque, como
reza una coplilla: "El señor obispo pide que se acaben los cantares; mucho
antes se acabarán los curas y capellanes..."
UNA
PEQUEÑA JOYA
"Se perderán algunas, pero surgirán nuevas. Todavía hay gente que le saca
coplas a todo", sostiene, y recuerda que en El Quijote (1605) aparecen
coplas semejantes a las de hoy. A algunas se les puede seguir el rastro a
lo largo de los siglos. "Otras cuentan acontecimientos recientes, incluso
con nombres propios".
Cantares y vivencias es una pequeña joya que agrupa por temas el extenso
cancionero leonés, aunque explica Sanjo que las mismas coplas se cantan en
lugares tan distantes como Andalucía o Aragón.
Con espectaculares ilustraciones antiguas de las colecciones particulares
del autor y del editor, incluye dos regalos: un cedé con diez temas de La
Braña vinculados a la temática del libro, gracias a la colaboración
desinteresada de su productor musical, Álvaro Macías, y un carajillo, un
instrumento infantil que el grupo utiliza en algunas canciones y que Sanjo
ha hecho a mano, con palos recogidos en La Candamia -500 en total-.
Recuerda el músico y escritor leonés a un personaje peculiar que llevaba
colgado al cuello un 'rosario' de carajillos que vendía por los bares del
Húmedo. Se hizo tan célebre, que el instrumento pasó a denominarse
'castañuela del Húmedo'. También se le conoce como 'carrascleta' -por el
sonido que emite-.
Sanjo no tiene una copla preferida. Como relata en el libro, hay una para
cada ocasión: 'Tengo mi cuerpo de coplas que parece un avispero; se
empujan unas a otras a ver cuál sale primero...' "Es un mundo de sabiduría
popular que merece la pena no olvidar. Las coplas sirven para la vida
diaria". La Braña ha llegado a reunir 12.000. En el libro Sanjo ha
seleccionado 50
(500), aunque previsiblemente publique una segunda entrega con otro medio
centenar
(millar). Hablan del molino, el vino, las mozas, las suegras, el filandón,
las bodas, guapos y feos, el fuego, las estrellas o los pastores.
ENTRE
EL DOLOR Y LA GRACIA
Las hay en tono jocoso o dolientes y también "irreverentes o malsonantes,
pero sin intención de hacer daño a nadie, para que el contrincante pudiera
responder". Las víctimas propiciatorias suelen ser las suegras, los curas
o los pastores, así como los molineros o los taberneros -a los que se
acusa de bautizar el vino-.
"Se cebaban injustamente con ellos, pero sin perder el humor". 'Salga,
señor cura, salga, salga de la sacristía, que está la novia caliente y se
está quedando fría', dice una.
Aclara el músico de La Braña que en León a las coplas se les llama
cantares; normalmente son cuatro versos con rima asonante en el segundo y
cuarto. No son canciones completas. Y, en ocasiones, son recitadas.
Sanjo, natural de Castrocalbón, licenciado en Veterinaria y en Ciencias
Biológicas, se ha dedicado, hasta su jubilación, a la enseñanza en un
Instituto de Secundaria. Tras formar parte de varios grupos, se ha
mantenido fiel a La Braña desde 1980. Además es autor del libro Coplas
para cantar, en el que analiza miles de cantares tradicionales, así como
de Cuaderno de cantares, donde reunió todo el repertorio del grupo, con
sus letras y partituras.
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