EL BIERZO
El Bierzo constituye una clara unidad geográfica, que ha hecho que se le considere como una verdadera región natural. Situado en el occidente leonés, ocupa una gran hondonada, limitada en todos sus puntos cardinales por sierras y montañas que la separan de la vecina región gallega y de las comarcas leonesas de la Maragatería, Laciana y Cabrera. En El Bierzo podemos encontrar fundamentalmente dos tipos de paisaje: el montañoso del Bierzo
Alto, en la periferia de la
hoya, y la llanura
de El Bierzo Bajo, en la parte central.
Por su situación constituye una zona de tránsito
entre la meseta y Galicia, lo que no sólo condiciona su paisaje, sino su habla y sus costumbres. El Bierzo no posee una unidad lingüística; sus lenguas son el leonés berciano y el gallego, con influencias del bable y del pachuezu, y por supuesto, fuertemente castellanizados.
Independientemente de estas características y de las distintas opiniones que pueden ser defendibles sobre la cultura leonesa o gallega de este pueblo, hay que destacar que los bercianos tienen muy arraigada la idea de su propio bercianismo, carácter que les viene de muy antiguo, a juzgar por las abundantes citas históricas.
En el campo del folklore y de la Canción Tradicional, que es el objeto del presente artículo, hay que empezar señalando un tópico que ha pervivido hasta hace muy poco y que es tremendamente injusto. Han sido muchos los que han mantenido la tesis de que El Bierzo no poseía canciones tradicionales autóctonas, asegurando que solamente se cantaban habaneras y canciones hispanoamericanas. El autor de la interesante obra "Vocabulario del
Bierzo", impresa en 1934, Verardo García
Rey, dice textualmente: "El valle carece de canciones y música regionales: el romancero es pobre, por
naturaleza".
Esto puede ser así si se analiza muy superficialmente. Y de hecho, en los festivales de canción berciana, las habaneras se prodigan muchísimo; pero en cuanto se indagó de una manera más profunda y sistemática en las poblaciones rurales, donde las canciones conservan toda su pureza tradicional regional, se descubrió que el Cancionero
Berciano es muy rico y variado.
En 1977 vio la luz una obra de gran importancia para el conocimiento de la
Canción Tradicional en El Bierzo. Fue el "Cancionero
Berciano", editado por el Instituto de Estudios
Bercianos, en el que aparecen transcritas musicalmente más de cien canciones, de entre las muchas que fueron recogidas por el infatigable recopilador y folklorista Amador Diéguez Ayerbe. Los cantos y
danzas recogidas son abundantísimos: romances, canciones de
beber, de
arada, de
siega, de
magosto, de arrieros, ramos,
de peregrinos, religiosas, jotas, bienparaos, brincaos y otros muchos tipos.
El transcriptor de estas melodías, Federico Fernández
Luaña, en la introducción hace unos comentarios generales, donde señala la tendencia general de los bercianos a cantar a dúo y a utilizar el modo
menor. En cuanto al texto
literario, es frecuente que conviertan las estrofas de cuatro versos en estrofas de siete. Por ejemplo, la cuarteta octosílaba siguiente:
"Para cantar, San Lorenzo,
para buen vino, Los Barrios,
y para niñas bonitas
vete a Toral de Merayo",
Se convierte en:
"Para buen vino, Los Barrios.
Para cantar, San Lorenzo,
para buen vino, Los Barrios,
y para niñas bonitas
vete a Toral de Merayo.
Vete a Toral de Merayo,
para cantar, San Lorenzo."
Los
instrumentos
son variados: en la
zona suroriental, limítrofe con la Maragatería, domina la
flauta y el
tamboril; en cambio en la
zona occidental, colindante con Galicia y La Cabrera, es muy utilizada la
gaita de fole. Entre los
instrumentos de percusión hay que destacar la existencia de
panderos redondos sin sonajas y
panderetas con sonajas; y en la
zona del Alto Sil, se utiliza el
pandero cuadrado, además de diversos tipos de
castañuelas y
pitos.
Para los interesados en profundizar más sobre las tradiciones y folklore de esta comarca, no dudamos en aconsejar el primer volumen de la serie
"Etnografía y Folklore de las Comarcas
Leonesas", dedicado a El Bierzo en su totalidad, y cuyos autores han sido el ya citado
Amador
Diéguez Ayerbe y
el investigador
José Luis Alonso Ponga, que ha dado forma al libro. En él se habla, entre otros muchos temas, de las ricas tradiciones populares, como los
carnavales,
aguinaldos,
vendimias,
magostos,
mayos,
rondas,
bodas,
filandones,
juegos,
romances,
romerías,
ritos,
creencias,... y se acompañan de una serie de canciones tradicionales inéditas, algunas transcritas en partitura y otras grabadas en cinta "cassette".
Queremos aprovechar esta ocasión para preguntar -a
quien sea menester- por qué no han salido más volúmenes de esta serie, sabiendo como sabemos que ya hay algunos más escritos esperando ser editados.
Desde luego, si los demás tomos son de la misma calidad del primero, sería una verdadera pérdida para la bibliografía leonesa.
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