Los juegos con baraja y los cuentos

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LOS JUEGOS CON BARAJA Y LOS CUENTOS



        "Desde la mi ventana", durante todo este tiempo, se ha ocupado de las canciones de una manera primordial. De hecho, es nuestro principal campo de investigación y trabajo. Pero al realizar las tareas de recogida y análisis, han caído en nuestras manos otros tipos de manifestaciones tradicionales, que por formar parte de nuestro Patrimonio Cultural, también deben abrirse a nuestra ventana. Nos estamos refiriendo, entre otras, a dos: a los juegos con baraja y a los cuentos.


        LOS JUEGOS CON BARAJA

        Aparecen esporádicamente y son raros. Esto es debido a que se han guardado al conocimiento general intencionadamente. Se sacaban a la luz en determinados momentos y con afán de sorprender a los oyentes. Conseguido esto, no tenía sentido volverlos a repetir. Por eso, cada juego se hacía una vez, a lo sumo dos, ya que la frecuencia rompía todo su encanto. Incluso los que revestían cierta dificultad, morían en muchas ocasiones con el individuo al no revelar nunca su secreto. De este modo, a nosotros nos han llegado pocos y muy esparcidos por la provincia.

        A modo de ejemplo, vamos a fijar nuestra atención en uno de estos juegos. Nos lo enseñó
Gabino García Fernández, que lo aprendió en Bembibre del Bierzo hace más de cuarenta años y fue incapaz de decirnos desde cuándo se conocía ("creo que desde siempre").

R-O: Un rey poderoso y bueno
A-E: con una serpiente al pie,
C-C: un caballero con copa,
S-B: a su lado, una mujer.
S-C: Le dice a otra mujer:
-Doncella, dame tu copa.
C-B: Con su caballo y su mazo
A-O: toco en este doblón
R-E: porque el rey me lo ha mandado.
A-B: Al pie de la fuente, un pino,
R-C: un rey se acercó a beber,
S-E: una mujer muy valiente
C-O: al oro quiso vencer.
C-E: Un caballero valiente,
S-O: una mujer con dinero,
R-B: el rey, pa vengarse de ella
A-C: una copa de veneno.


        Es curioso, pero ordenando las dieciséis figuras de la baraja en cuatro filas de cuatro cartas cada una, puede conseguirse que ningún palo ni ninguna figura se repita, tomadas de cuatro en cuatro en vertical, horizontal o en cualquiera de sus dos diagonales.

        Estos juegos aparecen bajo la forma de
historieta o pequeños cuentos. Así se consigue adornarlos y hacer que sea más complicado sacar la esencia del mismo al despistar al oyente y perturbar su atención. En otras ocasiones nos encontramos con verdaderos alardes de ingenio e imaginación. Podíamos decir que son casi cuentos, están en la frontera entre juegos y cuentos, ya que comparten características de ambos.

En
Castrocalbón, Gonzalo "Curina" nos contó un cuento donde se van entrelazando las cuarenta cartas de la baraja. Lo aprendió de su padre Quico "Curina".

R-O: Este es el rey africano, que tiene el sol en la mano.
S-O: Y este rey tenía su dama.
C-O: Y su hijo es este caballero, el cual por bribón y cizañero, perdió veintisiete onzas en dinero, que son:
7-O: siete por dos, catorce,
6-O: y seis, veinte,
4-O: y cuatro, veinticuatro,
3-O: y tres, veintisiete. 
Y al verse perdido, marchó por un monte monstruoso.
C-B: Encontró a un caballero con gran embozo, y le dice:
-¿Quieres ganar un jornal?
-Sí, señor. ¿Qué hay que hacer?
-Cortar pinos.
-¿Con qué?
A-E: -Con esta hacha. Córtame a sobresalto, que volveré dentro de un rato...



        Y así continúa hasta completar las cuarenta cartas de la baraja.


        LOS CUENTOS

        Quizá la gran diferencia entre juegos y cuentos estriba en que los juegos se transmiten siempre bajo una misma forma, van sufriendo en su métrica y en sus palabras cambios lentos y poco notables; mientras que los cuentos son más una asociación de ideas en las que su estructura externa es accidental. Se cuenta el hecho o los hechos sin preocuparse de ser fieles a una narración determinada. Una misma persona los cuenta de manera distinta, dependiendo del lugar, los interlocutores, el estado de ánimo,... y no por ello deja de ser la misma historia. Los cuentos son, por lo tanto, más dinámicos, si cabe, que las canciones o los juegos.

        Al igual que los
romances, cuentan historias o acontecimientos raros o curiosos, pero a diferencia de ellos, los cuentos son casi siempre fruto de la imaginación de las gentes. Los hechos narrados, en su mayor parte, no son reales. De ahí su nombre: cuentos.

        No podíamos cerrar nuestra ventana sin contar un cuento.
Eloy, de setenta y dos años, nacido en Sosas del Cumbral, nos contaba hace pocos días esta historia:

"Una señora rica del pueblo quería casar a su hija. Pero deseaba para ella lo mejor, así que fue a la iglesia a rezarle a su San Antonio. Entra en ella y se dirige a la estatua del santo:

-San Antonín, maninas, patinas, cara de cielo; prepárame un buen yerno para la mi Juana.
El sacristán, que por casualidad la oyó, se metió detrás de la imagen del santo y le dijo:
-Cásala con Antón, que es buen chico.
La boda de la Juana y el sacristán se consumó. Pero el 'buen chico' se volvió torcido, las pegaba y se jugaba el dinero con los amigos. Así pues, la pobre señora, con más palos y menos dinero, volvió a la iglesia para rezarle a su San Antonio:
-San Antonón, manonas, patonas, cara de cuerno; que según eres tú, así me preparaste el yerno."

 

 


 

Los autores de este artículo fueron:  José Antonio García Trabajo y Jesús San José Hernández.

Fue publicado en el Diario de León, en la sección "El Filandón" el 26 Julio de 1987.

Las ilustraciones creadas por Gómez Domingo.