Cuaderno de cantares:

El aire

 

 

 

A la suegra que yo tengo,
quiero bien que Dios la guarde,
que me la cuelgue de un pino
y que le dé bien el aire.
  Ahí está el señor padrino
tirando duros al aire,
y también quien los recibe
en sin perjuicio de nadie.
  Aire, que la lleva el aire,
aire, que el aire la lleva,
como tiene tanto rumbo
no he podido hablar con ella.

 

 

Aire que viene de arriba
trae la nieve hasta tu puerta,
fuego te traería yo
morena, si tú quisieras.
  Aire que vienes de arriba,
no me revuelques el pelo,
que lo traigo peinadito
de mano de mi moreno.
  Airecito, aire,
aire de León,
aire que te llevo
en el corazón.

 

 

Al aire de mi tierra,
al aire, al aire,
al aire de mi tierra,
que es saludable.
  Al empezar a cantar
no pido licencia a nadie,
que soy solterita y puedo
echar una voz al aire.
  Algún día los aires
de esta tu capa
me servían de alivio
y ahora me matan.

 

 

Allá arriba, allá arribita,
allá arriba en aquel valle
tengo yo los mis amores,
¡cómo los menea el aire!
  Amores en torre firme
no los derriban los aires,
¿dónde estás, que no me escuchas,
alivio de mis pesares?
  Anda, niña, y componte,
vamos al baile,
con la camisa rota
y el culo al aire.

 

 

Aquel estudiante, madre,
tiene una cinta de seda,
cómo la volea el aire,
cómo el aire la volea.
  Asómate a la ventana
y echa esos rizos al aire,
para ver cómo te cuelga
de cada cabello un ángel.
  Ay, qué ventana tan alta,
ay, qué balcón tan al aire,
ay, qué niña tan bonita,
si me la dieran sus padres.

 

 

Coloradina, ¿cómo no sales
a la ventana que te dé el aire?

que te dé el aire, que te dé el viento

coloradina como un pimiento.

  Cómo se jalea
aquella bandera
que no le da el aire
y ella se menea.
  Con el aire que lleva
la Valentina
con la teta derecha
rompió una esquina.

 

 

Con el aire que llevas
cuando vas a lavar,
el farol de la ronda
me lo vas a apagar.
  Da la vuelta, bailadora,
dala ligera y con aire,
ya sabes que está mirando
toda la gente del baile.
  Da la vuelta en el aire,
galán, ahora,
mira que lo merece
la bailadora.

 

 

Da la vuelta en el aire,
que se te vea
el refajito corto
que colorea.
  El pandero está roto,
se sale el aire,
préstame tu pañuelo
para taparle.
  En lo alto de la sierra,
lo moreno es lo que vale;
lo blanco lo quema el sol,
y lo colorao el aire.

 

 

Estando sola, solita,
me abrió las puertas el aire,
creyendo que era mi amor,
que venía a consolarme.
  La ausencia es para el amor
como el aire para el fuego,
si es mucho lo hace mayor,
si es poco lo apaga luego.
  La luna va por los altos,
el aire la bambolea,
puedes darte por dichosa,
voy a cantar la primera.

 

 

La noche más oscurita,
tengo de rondar tu calle,
por ver si alguna rosita
se deshoja con el aire.
  La primera que canto
no va con aire,
porque sale del pecho
de una cobarde.
  La primera va por Dios,
la segunda, por el aire,
la tercera va por ti,
mocito de gran donaire.

 

 

Las bercianitas, madre
van al molino,
con el aire que llevan
muelen el trigo
  Los aires de la montaña
dan colores y hermosura,
por eso las de Prioro
no necesitan pinturas.
  Los domingos voy al baile
con mi mandilín de seda,
pa dar más aire a la jota,
pongo el mandilín de cerras.

 

 

María, yo te llamo
y no me respondes,
¡cómo la lleva el aire
la voz de un hombre!
  Más alto que las estrellas
vuela mi amor por el aire,
el que no sepa querer
que no comprometa a nadie.
  Me llamaste veleta
por lo variable,
si yo soy la veleta,
tú eres el aire.

 

 

Mi amante cuando se fue
me dijo que no llorara,
que echara penas al aire,
pero que no le olvidara.
  Para empezar a cantar
empiezo con la primera,
la flor que primero nace,
primero el aire la lleva.
  Por debajo del puente
no pasa nadie,
sólo el polvo y la arena
que lleva el aire.

 

 

Por esta calle que vamos,
no decimos mal de nadie,
somos mozos y podemos
echar una ronda al aire.
  Qué serenita
cae la nieve,
y el aire cierzo
que la detiene.
  Si quieres que yo te quiera
has de hacer lo que yo mande:
poner mi nombre en el agua
y mi apellido en el aire.

 

 

Siempre viví en la montaña
y morir en ella quiero,
que corre el aire más puro
y está más cerca del cielo.
  Te compré unas enaguas
pa que en el baile
te lucieras tirando
brincos al aire.
  Tiré un limón por el aire
por ver si coloreaba,
subió verde y bajó verde,
mi querer nunca se acaba.

 

 

Todos los días de fiesta
vas a Misa con tu madre,
llevas el pelo tendido
a la voluntad del aire.
  Todos quieren a la rubia,
la rubia no quiere a nadie,
la rubia se va a quedar
como el pájaro en el aire.
  Un soldado me dio un ramo
y lo puse a la ventana,
vino el aire y lo llevó,
adiós, soldado del alma.

 

 

Va por el río,
va por la arena,
va por el aire
la mi morena.
  Viva, viva la alegría, viva
y el jaleo de la estudiantina.
Viva, viva la gracia y el aire
y el jaleo de los estudiantes.
  Yo me enamoré del aire,
del aire de una mujer,
como la mujer era aire,
con el aire me quedé.

 

 

El juego

                                   

 

Las flores