Cuaderno de cantares:

El Corazón

 

 

 

A robar corazones
voy al molino
porque la molinera
me robó el mío.
  Adiós, ciudad de León,
mi corazón en ti queda,
que lo tienen prisionero
los ojos de una morena.
  Ahí tienes mi corazón,
recíbelo con cariño,
puedes quedarte con él
ya que no quieres conmigo.

 

 

Allá arriba en aquel alto,
donde posa la nieblina,
hay un pañuelo de flores
y el corazón de una niña.
  Allá va la despedida
a todos en general,
que mi corazón no quiere
con ninguno quedar mal.
  Amores de viejos tiempos
qué malos de olvidar son,
tienen las raíces hondas
al lado del corazón.
 

 

Anduvístete alabando
en una conversación
que jugabas a los naipes
dentro de mi corazón.
  Cantar que del alma sale
es pájaro que no muere,
porque canta los sentires
y el corazón siempre siente.
  Canto triste, canto triste,
no puedo cantar alegre,
tengo el corazón herido
y las heridas me duelen.

 

 

¿Cómo quieres que tenga
dos corazones:
uno de filigrana
y otro de amores?
  Corazón mío, no llores,
no sientas ni sufras penas,
no hay corazón como el mío
que sufre, calla y espera.
  Corazón que no quiera
sufrir dolores,
pase la vida entera
libre de amores.
 

 

Corazones partidos
yo no los quiero,
que cuando doy el mío
lo doy entero.
  Cuando paso por tu puerta
y te veo en la ventana,
se me alegra el corazón
para toda la semana.
  ¿De qué te sirve tener
esa cara tan hermosa,
si tiene tu corazón
espinas como las rosas?

 

 

De San José traigo el ramo,
de San Francisco el cordón,
de la Virgen, la corona,
de mi amante, el corazón.
  Debajo de un limón verde,
donde nace el agua fría,
le di yo mi corazón
a quien no lo merecía.
  Dicen que mi pueblo es feo
porque no tiene balcones,
pero tiene unas mocitas
que roban los corazones.
 

 

Dices que me quieres mucho,
y es mentira, que me engañas,
que en un corazón tan chico
no pueden caber dos almas.
  El clavel que tú me distes
el día de la Ascensión
no fue clavel, que fue clavo
que me clavó el corazón.
  El corazón de los hombres
es como un día nublado,
que tiene más pensamientos
que leyes un abogado.

 

 

El corazón herido,
tarde se alivia
si no pone remedio
quien dio la herida.
  El corazón te diera,
pero me temo
que si tú me lo llevas
sin él me quedo.
  El día que me dijeron
que tú ya no me querías
se me quedó el corazón
lo mismo que lo tenía.
 

 

El día que tú te mueras
de luto pondré el balcón,
una vela en cada esquina
y en medio mi corazón.
  El primer amor que tuve
se me llevó el corazón;
no hay amor como el primero,
que se lleva lo mejor.
  Eres bueno sí lo eres,
que tienes buen corazón,
pero tienes una falta,
que eres falso en el amor.

 

 

En el campo nacen flores,
y en el mar nacen corales,
en mi corazón, amores,
y en el tuyo falsedades.
  En el corazón te traigo,
que no puedo más adentro,
ya me puedes entender,
si tienes entendimiento.
  ¿En qué jardín te has criado,
hermoso ramo de flores?
En un jardín delicioso,
cautivando corazones.
 

 

Encima de tu ventana,
debajo de tu balcón,
hay una fuente que mana
sangre de mi corazón.
  Estrella de fuego fuiste,
y en mi corazón entraste,
dejaste el fuego encendido
y luego te retiraste.
  Has de saber, si no sabes,
que tengo dos corazones:
uno para los leales
y otro para los traidores.

 

 

Hojas del árbol caídas,
juguetes del viento son,
igual que las desprendidas
del árbol del corazón.
  La despedida canto
de mis cantares,
del corazón y el alma,
te doy las llaves.
  La naranja nació verde
y el tiempo le dio el color,
mi corazón nació libre
y el tuyo lo aprisionó.
 

 

La ronda pasa y no pasa,
la ronda viene y no viene,
es como tu corazón:
no sabe a quién entretiene.
  Las mocitas de mi pueblo
qué resaladinas son,
delgaditas de cintura
y alegres de corazón.
  Llora, llora, corazón,
llora si tienes por qué,
que no es delito en un hombre
llorar por una mujer.

 

 

Los ojos y el corazón
son amigos especiales,
cuando el corazón suspira,
los ojos lloran sus males.
  Me dieron tres puñaladas
al lado del corazón,
tres puñaladas me dieron
sólo por quererte, amor.
  Mi corazón lo prendieron
y a la cárcel lo llevaron,
y sin delito ninguno,
a muerte lo sentenciaron.
 

 

No canto porque bien canto
ni porque soy cantadora,
canto por dar alegría
a tu corazón, que llora.
  No sé si cante, si llore,
que todo me da dolor.
Si canto me da en el alma,
si lloro, en el corazón.
  Pájaro que estás volando
y en el pico llevas flores,
en las alas alegrías
y en el corazón amores.

 

 

Pájaro que vas volando
y en el pico llevas hilo,
dámelo para coser
mi corazón, que está herido.
  Quisiera ser por un rato
de tus orejas pendiente,
para decirte al oído
lo que mi corazón siente.
  Señor alcalde mayor,
reprenda usté a los ladrones,
porque tiene usté una hija,
que roba los corazones.
 

 

Si quieres que te quiera
dame doblones,
que es moneda que alegra
los corazones.
  Si quieres que yo te diga
lo que mi corazón siente,
ya te lo diré mañana
caminito de la fuente.
  Si vas a la carretera,
da la vuelta y vuelve luego,
y dile a la mi morena
que en el corazón la llevo.

 

 

Soldadito de a caballo,
¿qué llevas en la mochila?
Llevo las armas de un Rey
y el corazón de una niña.
  Tengo el corazón bordado
con el hilo del amor,
lo tengo tan dibujado
que no entiendo su labor.
  Tengo el corazón herido
de una puñalada tuya,
al ver que me has olvidado
sin tener causa ninguna.
 

 

Tengo el corazón partido
en cincuenta cuarterones,
que me lo partió mi amante
en varias conversaciones.
  Tengo una puñaladina,
que me la dio un macareno
al lado del corazón,
donde remedio no tengo.
  Tienes unos ojos, niña,
como ruedas de molino,
que muelen los corazones
como granitos de trigo.

 

 

Un corazón de madera
tengo que mandar hacer,
que no sienta ni padezca
ni sepa lo que es querer.
  Un corazón te di anoche,
otro te di esta mañana,
tú tienes dos corazones,
yo estoy descorazonada.
  Ya se van los quintos, madre,
calle mayor adelante,
el corazón llevan triste,
pero sereno el semblante.
 

 

La luna                                      

La fuente