Cuaderno de cantares:

Panderos y panderetas

 

 

 

A lo alto y a lo bajo
y a lo ligero,
al uso de mi tierra
toco el pandero.

  A lo vivo, a lo vivo
toco el pandero
porque sé que te gusta
bailar ligero.
  Adiós, que ya me despido
y a la lumbre voy derecha,
que está haciendo mucho frío
y cede la pandereta.

 

 

Ahora sí que voy a dar
un golpe más al pandero,
porque ha salido a bailar
el mozo que yo más quiero.

  Al uso de mi tierra
toco el pandero,
que al uso de la vuestra,
ni sé ni quiero.
  Allá va la despedida
e iros a la puñeta,
que así me echaron a mí
a tocar la pandereta.

 

 

Allá va la despedida
en un cestito de peras
con un letrero que dice:
Vivan las pandereteras.

  Allá va la despedida,
y con ésta, fuera, fuera,
que no me crió mi madre
para ser panderetera.
  Atrevimiento he tenido
a tocar la pandereta,
como aquel que coge un libro
y no conoce una letra.

 

 

Aunque voy al filandero
no es por filare la roca,
es por tocar el pandero,
que esta noche a mí me toca.
 

Avivai las castañuelas,
mozas del baile primero,
avivai las castañuelas,
que yo avivaré el pandero.

  Como no tengo tetas
como vosotras,
se me baja el pandero
pa las pelotas.

 

 

Con el repicoteo
de las sonajas,
con el repicoteo
bailan las damas.
Bailan las damas, niña
y los mancebos
al son de las sonajas
y del pandero.
 

Cuando cojo el pandero
no sé cantares,
cuando voy para misa
salen a pares.

  Dale, dale al pandero,
dale que suene.
Ya estoy harta de darle,
y mi amor no viene.

 

 

El pandero está roto,
se sale el aire,
préstame tu pañuelo
para taparle.
 

El pandero toca poco,
la gracia me ayuda menos,
ay, con licencia, señores,
señores, lo dejaremos.

  El tocar el pandero
no tiene ciencia,
es darle con la mano
y dejarla muerta.

 

 

En lo alto de la braña
un pandero repicaba,
eran todas las vaqueiras,
que unas con otras bailaban.
 

Esta noche vais a ver
cómo retumba el pandero,
que si esta noche se rompe,
mañana lo compro nuevo.

  Este pandero que toco,
éste que traigo en la mano,
es de la mi cuñadita,
de la mujer de mi hermano.

 

 

Este pandero que toco
en el medio tiene un ramo
con un letrero que dice:
Vivan los que están bailando.
 

Este pandero que toco
es de la piel de un carnero,
la lana que saqué de él,
pa las bragas de mi abuelo.

  Este pandero que toco
los aros son de nogal
y la niña que lo toca
de Busdongo es natural.

 

 

Este pandero que toco,
los aros son de sardón,
y la niña que lo toca
es natural de León.
 

Este pandero que toco,
retumba con alegría,
porque sabe que quien baila
es la que yo bien quería.

  Este pandero que toco
tiene cuatro cascabeles,
y una rosa en cada esquina
para dar a los Manueles.

 

 

Este pandero que toco
tiene lengua y sabe hablar,
sólo le faltan los ojos
para ayudarme a llorar.
 

Este pandero que toco,
tiene pintada una O,
con un letrero que dice:
Este baile se acabó.

  Este pandero que toco
tiene veinticinco sones,
cada sonaja, un suspiro,
y en medio, un ramo de flores.

 

 

Este pandero que toco
tiene veinticinco sones,
veinticinco puñaladas
merecen algunos hombres.
 

La despedida vos doy,
que el pandero se destempla,
o me dais otro pandero
o aquí termina la fiesta.

  La pandereta está rota,
con qué la remendaré,
con la lengua de los hombres,
que dicen lo que no es.

 

 

La pandereta está mala,
que le duele la barriga,
hay que hacerle chocolate
como a una mujer parida.
 

Las monjas del convento
me llaman loca
pues me gusta el pandero
más que la toca.

  Mal haya quien me enseñó
a tocar la pandereta,
por darle con tanto gusto,
tengo la muñeca abierta.

 

 

María como la mía,
no la hay en el mundo entero,
para cantar y bailar,
para tocar el pandero.
 

María como la mía
no la hay en este lugar,
para tocar el pandero,
para cantar y bailar.

  Pandereta, pandereta,
hoy te tengo de romper
a la puerta de mi amo
antes del amanecer.

 

 

Para cantar, San Lorenzo,
para bailar, Ponferrada,
para tocar el pandero,
vete a Congosto y Cobrana.
 

Para cantar, viva Asturias,
para bailar, la Ribera,
para tocar el pandero,
Casares, que es la mi tierra.

  Para cantar, viva yo,
para bailar, mi cuñada,
para tocar el pandero,
mi suegra, que es de Laciana.

 

 

Por bailar quien lo baila,
toco el pandero,
que si no lo arrojara
por este suelo.
 

Por una morena
que estaba en el baile
tocando el pandero
todita la tarde.

  Porque toco el pandero,
mi amor me riñe,
porque dice que rompo
muchos mandiles.

 

 

Sal, casada, sal, casada,
sal, casada, de la iglesia,
que te estamos esperando
con pitos y panderetas.
 

Salid, mocitas, al baile,
salid, no tengáis pereza,
que primero salí yo
a tocar la pandereta.

  Salid, mozas, a bailar,
que ya retumba el pandero,
que hoy en día vale más
la alegría que el dinero.

 

 

Sé cantar y sé bailar,
sé tocar la pandereta,
el que se case conmigo
lleva música completa.
 

Sé cantar y sé bailar,
sé tocar la pandereta,
que me lo enseñó mi madre
cuando mamaba la teta.

  Si han de salir a bailar,
si han de salir salgan luego,
que no tengo los cantares

en el aro del pandero.

 

 

Toca, pandereta, toca
pon las ferreñas de punta,
ahora que anda bailando
a hermosura toda xunta.
 

Toca, pandereta, toca
que te tengo de romper,
que a la puerta de mi amante
no has querido tocar bien.

  Toca, pandereta, toca,
que te tengo de romper,
si yo te rompo y te pago,
nada te dejo a deber.

 

 

Toquen las zambombas,
suenen los panderos,
vayamos ligeros
todos a Belén.
 

Toquen panderetas,
pitos y sonajas,
a los de la boda
yo les doy las gracias.

  Viva el baile, viva el baile,
viva quien está bailando,
viva quien toca el pandero,
también quien está mirando.

 

 

Ya me canso, ya me canso
de tocar la pandereta,
y los señores del baile
no se cansan de dar vueltas.
 

Ya se lo dije a mi suegra,
que a cantar me ganaría,
pero a tocar el pandero
trabajo le costaría.

  Zumba, zúmbale al pandero,
al pandero y al rabel,
toca, toca la zambomba,
dale, dale al almirez.

 

 

El vino

                                     

Soldados
y quintos