Cuaderno de cantares:

El sol

 

 

Al Sol le llaman Lorenzo
y a la Luna, Catalina,
cuando Lorenzo se acuesta
se levanta Catalina.

  Asómate a la ventana,
cara de cincuenta soles,
que a rondarte hemos venido
la flor de los labradores.
  Ayer en misa mayor
me miraste y te reíste,
me pareciste un sol
cuando la cara volviste.

 

 

Bien baila la bailadora,
mejor baila el bailador,
la bailadora es la luna
y el bailador es el sol.

  Colorada la manzana
del lado que le da el sol,
del lado que no le da
blanca tiene la color.
  Como floreció este ramo
con el agua y con el sol,
así van a florecer
estos casaditos de hoy.

 

 

Con la luna de enero
y el sol de agosto
tengo yo comparado,
niña, tu rostro.

  Con la luna, madre,
con la luna iré,
con el sol no puedo,
que me quemaré.
  Cuando bajaste a lavar
tus manos blancas al río,
el sol se quedó parado
y el agua perdió el sonido.

 

 

De los dos que están bailando,
no hay diferencia ninguna,
el uno parece el sol,
la otra parece la luna.

  Detente, sol relumbrante,
que vas por el alto cielo,
verás casada brillante,
esposa de caballero.
  Dicen que mi amor es feo
y picado de viruelas,
a mí me parece un sol
coronadito de estrellas.

 

 

El día que tú naciste
nacieron tres cosas buenas:
nació el sol, nació la luna
y nacieron las estrellas.

  El sol le dice a la luna:
que te beso, que te beso,
y la luna le responde:
nada de eso, nada de eso.
  El sol le dice a la luna:
retírate, bandolera;
mujer que sale de noche
no puede ser cosa buena.

 

 

En Cubillos sale el sol
y en Cortiguera la luna,
y en el pueblo de Cabañas
salió toda la hermosura.

  En este pueblo de Sosas
una nueva sucedió,
la llegada del padrino
los rayos del sol nubló.
  En medio la plaza estoy,
nadie me puede echar fuera,
y aquí cantamos nosotros,
salga el sol por donde quiera.

 

 

En la calle de Santa Ana
dicen que no vive nadie,
viven la luna y el sol
y el lucero cuando sales.

  En lo alto de la sierra,
lo moreno es lo que vale;
lo blanco lo quema el sol,
y lo colorao el aire.
  En lo hondo de la mina
tengo yo puesto mi amor.
Carbonero de mi vida,
¡cuándo podrás ver el sol!

 

 

Eres rubia como el sol
cuando del oriente sale,
y blanca como la nieve
antes de pisarla nadie.

  Esta noche con la luna
y mañana con el sol,
he de ir a coger flores
a la huerta de mi amor.
  Este cura es un tardante
en quitar las vestiduras,
que el sol está muy picante
y toda la gente suda.

 

 

Estrella, sol y luna,
¿cómo no sales?
Lucero, no me dejan
salir mis padres.

  Isabelita me llamo,
soy hija de un labrador,
mientras voy al campo y vengo,
a mí no me quema el sol.
  La luna para lucir
al sol le pide licencia
y yo se la pido a ustedes
con muchísima prudencia.

 

 

La luna sale de noche
y el sol al amanecer,
el sol dicen que es buen hombre,
la luna, mala mujer.

  La luna va por su trecho,
y el sol se va por su trono,
al ver gente tan lucida
de parte de los dos novios.
  La luna y el sol partieron
el día por dos mitades;
el sol cogió la mañana,
la luna cogió la tarde.

 

 

La luna y el sol riñeron,
perdieron las amistades,
sale el sol por la mañana
y la luna por la tarde.

  La madrina de esta boda,
lo decimos sin pasión,
esta mañana ha privado
todos los rayos del sol.
  La Virgen de la Guiana
está en el teso mayor,
le da el aire, le da el cierzo,
le dan los rayos del sol.

 

 

Majo, si vas a León,
compra un pañuelo de seda,
que tenga pintado el sol,
el lucero y las estrellas.

  Mírala bien, que es un sol
y alumbra como una estrella,
y en todo este pueblo tiene
la fama de ser muy bella.
  Morenas, las hay morenas,
pero como tú, ninguna,
quitas los rayos al sol
y el resplandor a la luna.

 

 

No consientas, zagalita
que el sol a tu rostro cubra,
desprecia esta triste vida
y conserva tu hermosura.

  Para pasear tu calle
no necesito faroles,
tus ojos son dos luceros
que alumbran más que dos soles.
  Paso el río, paso el puente,
siempre te encuentro lavando,
qué lástima de carita,
que el sol te la está quemando.

 

 

Pastorcito que vives
tan solitario,
con el sol y la luna
pasas el rato.

  Quítate del sol que quema
y de la luna que abrasa,
y de las lenguas del mundo
que cuentan lo que no pasa.
  Sale el sol y no sale,
llueve y no llueve,
así anda mi morena,
quiere y no quiere.

 

 

Si la luna se eclipsara
y el claro sol no saliera,
fueran bastante tus ojos
para dar luz a la tierra.

  Si supiera que era el sol
el que me priva de verte,
con el sol me peleara
hasta causarle la muerte.
  Si supiera que eres firme
como el sol en el verano
te entregaría las llaves
de mi pecho soberano.

 

 

Soy morena, soy morena,
no es del aire ni es del sol,
que así me parió mi madre,
y así me quiso mi amor.

  Tienes dos comprometidas,
comprometidas de amor,
una es alta y es morena,
la otra rubia como el sol.
  Tienes unos ojos, niña,
que te lloran aguardiente,
y una carita de rosa
que al sol le mira de frente.

 

 

Tienes unos ojos, niña,
tan a la flor de la cara,
que al sol le dicen: detente,
y a la luna: para, para.

  Toda la noche me tienes
atravesando pinares,
a darle los buenos días
al divino sol que sale.
  Todos los días de Dios
sale el sol por la mañana,
y a mí me sale de noche,
cuando estoy a tu ventana.

 

 

Tres jueves hay en el año
que relumbran como el sol,
Jueves Santo, Corpus Christi
y el día de la Ascensión.

  Tu nombre escribí en la playa
y el aire borró la arena,
tu nombre escribí en la nieve
y el sol derritió las letras.
  Tus ojos para soles
son muy pequeños,
para estrellas son grandes,
serán luceros.

 

 

Vámonos a echar a andar
sin tener ninguna duda,
con el clavel y la rosa,
con el sol y con la luna.

  Vámonos a la robleda,
allí te daré una flor
más hermosa que la luz
donde iluminaba el sol.
  Vamos a León, niña,
vamos a León,
que la catedral tiene
la luna y el sol.

 

 

Vienen muchos pastorcitos
a adorar al Niño Dios,
que en los brazos de María
brilla como el mismo sol.

  Viva el sol, viva la luna,
viva la Virgen del Carmen,
viva todo aquel que tiene
el corazón adorable.
  Yo me enamoré de noche,
y la luna me engañó,
otra vez que me enamore
será de día y con sol.

 

 

Las manos

                                     

Mozos y mozas